Nos enfrentamos ante un tipo de insecto con miles de especies y aunque muchas de ellas no tienen ningún impacto sobre el ser humano otras generan problemas de salud, ya que son vectores de enfermedades.

La mosca común o doméstica lo podemos encontrar con facilidad en los hogares. Debido a su peculiar estilo de vida, está puede esparcir distintas enfermedades infecciosas y también bacterianas.

Ya que su principal fuente de alimentación es la carne o pescado descompuesto, basura, heces y otros desechos orgánicos, sus alas y patas se cargan con cientos de gérmenes que originan afecciones respiratorias, oculares, estomacales o de la piel.

Otro tipo de mosca que nos podemos encontrar con facilidad es la conocida como la “mosca de las fruta”, que colocan huevos en los cultivos para que, al eclosionar, las larvas coman las frutas. En casa las podemos encontrar con facilidad en la fruta, en las zonas de compost, etc.

En la agricultura, son las culpables de que muchos agricultores pierdan parte de sus cosechas, puesto que las frutas u hortalizas contaminadas no son aptas para el consumo humano.

Frente a la problemática de las moscas, las soluciones son diversas por lo que al igual que con otras plagas deberemos de analizar el origen del problema, detectar la especie a la que nos enfrentamos, planificar un plan de actuación y tomar las medidas preventivas y correctivas necesarias.